¿Por qué invisibilizar que hay una atleta de alto rendimiento que practica el mismo deporte, bajo el alero del mismo ente rector (FIFA), con exactamente las mismas reglas y que ostenta un registro asombroso? La única razón para silenciar de esa manera los logros de las mujeres es, justamente, esa: que son mujeres.
El 16 de marzo de 2017, el país deportivo celebró y por un buen motivo, pues con su triunfo por la cuenta mínima sobre Ecuador en Rancagua, la Selección Sub-17 de hombres clasificaba en cancha, por primera vez en 20 años, a un mundial de la categoría. ¡Bien, muy bien! Loas y felicitaciones por todos lados para el equipo que comandaba técnicamente Hernán Caputto.
La prensa “especializada” estaba vuelta loca y haciendo chilenitas en el barro con la hazaña, y no tardaron en aparecer los titulares: “Chile va a un Mundial Sub-17 tras 20 años”. Con justa razón, el asunto causó molestia en el mundo del futfem. Quien alzó la voz, en ese entonces, fue la ex seleccionada nacional Iona Rothfeld, hoy volante de Audax Italiano, para reclamar por la violenta invisibilización a la que fue sometida la Sub-17 de mujeres que, en 2010, consiguió clasificar para la Copa del Mundo de Trinidad y Tobago.
Para el medio futbolístico, lo que hicieron Yanara Aedo, Claudia y Rocío Soto, Cote Urrutia, la misma Rothfeld, Fernanda Pinilla, Bárbara Santibáñez y muchas otras en el Sudamericano de Brasil sencillamente no existió. Nada, ninguna línea, ni siquiera una mención al voleo; al parecer, “Chile” se circunscribe a lo que hacen los hombres.
Hoy por hoy, vivimos un nuevo capítulo de invisibilización explícito y, si me apuran, premeditado. Y es uno a nivel planetario, pues la noticia se mete a la fuerza en cada rincón del orbe. Veía con deleite el partidazo entre Francia y Portugal, correspondiente a la última fecha del Grupo F de la Euro 2020. Luego de anotar dos goles, el portugués Cristiano Ronaldo agigantó aún más su leyenda al convertirse en el hombre que más veces ha marcado con su selección nacional. 109 conquistas (al igual que el iraní Ali Daei), un registro colosal y que, como era de esperar, dio la vuelta al mundo.
Solo un pequeño detalle: el luso, sin dudas uno de los mejores futbolistas de la historia, quedó a solo… ¡77 GOLES! de alcanzar la marca de la canadiense Christine Sinclair, la máxima artillera de todos los tiempos en selecciones nacionales; sea hombre, mujer, marciano o lo que fuese. Sí, es cierto, aunque parezca increíble, Sincy ha anotado la impresionante suma de 186 goles en 297 partidos por la selección canadiense.
¿Cómo entonces, en ninguna parte, ni siquiera como dato curioso o como simple anécdota, los relatores de fútbol han mencionado el récord de Sinclair? En la TV chilena, al menos, quienes transmitían el partido deliraban con Cristiano. “Rompió el récord absoluto de selecciones”; “nadie (a mi entender, ‘nadie’ se refiere a hombre y/o mujer) ha marcado más goles que Cristiano”… Maní, cero, zip it. Simplemente, la canadiense es invisible, no existe.
Y para ahondar un poquito más en el ranking de goleadoras, si trasladamos el registro del portugués al escalafón de mujeres, descubriremos que su marca le alcanzaría para igualar en el noveno puesto a la brasileña Marta, con 109 goles. Abby Wambach (EEUU, 184), Mia Hamm (EEUU, 158), Kristine Lilly (EEUU, 130), Birgit Printz (Alemania, 128), Carli Lloyd, (EEUU, 125), Julie Fleeting (Escocia, 116), Patrizia Panico (Italia, 110) y Alex Morgan (EEUU, 110) le llevan la delantera.
No hay que ser un genio para saber que lo que mueve Cristiano Ronaldo en un día equivale a todo lo que genera el fútbol femenino en toda su existencia; en eso estamos todos de acuerdo. O sea, el portugués le hace el desaire a unas botellitas y el gigante de las bebidas azucaradas pierde cuatro mil millones de dólares en la bolsa. Está claro. Te vas a Kenia y entre los bellos trajes típicos de los Masai encontrarás a un cabro chico con la camiseta de Cristiano Ronaldo. Evidente.
Es obvio que la proporción aproximada entre el mundo que accede a Cristiano Ronaldo versus el que se acerca a Christine Sinclair es de 95% – 5%, pero aquí el tema es otro. ¿Por qué invisibilizar, esconder, ni siquiera mencionar que hay una atleta de alto rendimiento que practica el mismo deporte, bajo el alero del mismo ente rector (FIFA), con exactamente las mismas reglas y que ostenta un registro asombroso? “Pero, es que, pero es que, pero es que”… Pero es que, nada. La única razón para silenciar de esa manera tan flagrante y odiosa los logros de las mujeres es, justamente, esa: que son mujeres.
¿Qué pasará cuando Christiane Endler gane el The Best? Porque, ténganlo claro, lo va a ganar, pues es la mejor del mundo. ¿Seguirán siendo Figueroa, Zamorano, Salas, Chamaco, Vidal y Sánchez los que aparezcan en las listas de “Mejores futbolistas de Chile de todos los tiempos”? ¿O será que nos atrevemos a publicar una lista compuesta por Endler, Araya, Guerrero, Figueroa, Zamorano, Salas, Chamaco, Vidal y Sánchez? Veremos…
Foto: Canadá Soccer
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