Se preguntarán, ¿por qué existe un día internacional contra la Homofobia en el fútbol? Y la verdad, lo que sucede es que en el mundo sigue habiendo espacios hipermasculinizados, donde el miedo y la intolerancia son sinónimos de la homosexualidad. Uno de ellos es el fútbol de hombres.
Desde el año 1998 se conmemora esta fecha en todo el mundo, a raíz la salida del clóset de un jugador del Nottingham Forest de Inglaterra. Justin Fashanu fue el primer futbolista de élite en decir abierta y públicamente que era homosexual, en el año 1990. Esto causó que fuera desvinculado del club, que fuera víctima de bullying por sus compañeros, y por parte del propio cuerpo técnico.
Fashanu no volvió a tener ofertas de trabajo, ni a ser contratado por club alguno, solo por ser homosexual. En 1998, ya retirado, un adolescente de 17 años lo acusó de violación. Y, tras ser investigado, la grave acusación resultó ser falsa. El futbolista atravesaba una fuerte depresión y finalmente se quitó la vida.
Justin nació un 19 de febrero de 1961, y en su memoria se estableció el 19 de febrero como el Día Internacional contra la Homofobia en el Fútbol.
Es el año 2021, y aún es un tabú ser gay en un equipo de futbol profesional de hombres. Un ejemplo de ello, es que no se conocen jugadores que sean abiertamente homosexuales en las ligas top del mundo, y tampoco en las de inferior rango. ¿Por qué?
Pues porque para un hombre está prohibido ser gay si quiere jugar fútbol. Podrían pensar, “pero no es que no pueda serlo, sino que no puede decirlo“, y está claro: la prohibición va en contarlo y permitirle a ellos que sean quienes quieren ser, que caminen por la calle de la mano con quien ellos aman, porque al mundo no le va a gustar. Muy en el tono militar,“don’t ask, don’t tell“.
Podríamos seguir tratando de encontrar una explicación con o sin éxito, pero lo cierto es que en una sociedad en que exista respeto entre todos y todas no necesitaríamos conmemorar días, sino simplemente celebrar el amor en todas sus formas.
Carla Andrade.
¿Te imaginas cómo sería tu vida si constantemente te digan que está mal amar a quien tú estás amando? Ellos lo saben, porque lo viven, y entre sus pares los castigan.
Querríamos pensar que las autoridades del fútbol podrían hacerse cargo del rol político y social del fútbol, trabajar para detener la LGBTIQ+fobia que se sigue viviendo el mundo más allá del deporte, pero ¿es consciente la industria del fútbol del peso social que tienen? ¿serán conscientes que se organizaron los últimos dos mundiales de hombres – Rusia 2018 y Qatar 2022 – en países en que la homosexualidad está penada por ley? Juzgue usted.
En la vereda de enfrente podemos encontrar al fútbol jugado por mujeres. Entre pares, nadie se cuestiona ni pregunta por la orientación sexual de su compañera, porque se entiende que esto no suma ni resta al desempeño deportivo. Hay un código de respeto que no se cruza, porque es un asunto personal. La construcción del entorno deportivo permite coexistir con la diversidad del amor.
En las ligas top sí hay mujeres que públicamente se muestran con sus novias y cónyuges, y un ejemplo más que claro son Pernille Harder y Magdalena Eriksson, ambas seleccionadas de Dinamarca y Suecia, respectivamente. Las dos son jugadoras del Chelsea, uno de los equipos top a nivel mundial, y son novias. Una foto de ellas para el Mundial de Francia 2019 dio vuelta el mundo entero:
Una misma actividad y un castigo sólo para algunos, pero ¿por qué?
Se podrían inferir algunas hipótesis, por ejemplo, que los espacios hipermasculinizados “permiten” mujeres lesbianas porque hay una hipersexualización social hacia ellas. Hasta ese momento, los machistas no tendrían problemas. La verdad es que el conflicto les surge cuando esa mujer es futbolista porque ese espacio “es de hombres”, pero esa es una harina de otro costal que sigue latente.
Podríamos seguir tratando de encontrar una explicación con o sin éxito, pero lo cierto es que en una sociedad en que exista respeto entre todos y todas no necesitaríamos conmemorar días, sino simplemente celebrar el amor en todas sus formas.
Hoy, en todo el mundo, se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia en el Fútbol. Y ojalá existiese el respeto suficiente para entender que la orientación sexual no determina el desempeño laboral, menos en un deporte como el fútbol. Pero mientras no haya explicaciones y sigamos viviendo en una sociedad machista e hipermasculinizada, solo queda una cosa por decir: NO ODIO, NO DISCRIMINACIÓN. Amor es amor.
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