Los cruces de play-offs del torneo de Clausura 2024 del fútbol formativo
Antonio Loma-Osorio 
En la antesala del viaje a Japón, para decir presente en los Juegos Olímpicos, Javiera Toro se sinceró con CONTRAGOLPE sobre lo que espera de Tokio 2020 y lo que ha sido esta temporada con La Roja y con Sevilla.
Ad portas de la participación de La Roja en los Juegos Olímpicos, Javiera Toro habló con CONTRAGOLPE de lo humano y lo divino. Su temporada en Sevilla, su proyección con la Selección Chilena, su primer año en Europa, su sueño olímpico y lo que significa estar lejos de su hijo y de su familia. ¿Qué espera la Toco de Tokio 2020?
— Esta fue tu primera temporada en Europa, tu primer año completo fuera de Chile. ¿Cuál es tu balance?
— Mi balance es súper positivo después de terminar la temporada allá. Creo que me sirvió mucho este año competir en esa liga, tuve un crecimiento bastante grande que lo he notado en cancha y como persona también. Porque no es fácil irte a otro país, salir de un lugar donde, al fin y al cabo ya estás acostumbrado, tienes una zona de confort, tienes comodidades. Yo tenía contrato en mi club, a mi familia cerca, estaba en la selección. Y claro, en ese momento lo tenía todo, pero yo quise tomar ese reto y seguir creciendo, y creo que fue una buena decisión. Aunque al principio me costó, trabajando día a día, buscando mi mejor versión y poniéndome a disposición del entrenador fui creciendo y me gané un puesto, que era mi objetivo.
— ¿Qué aprendiste futbolísticamente? Que tú puedas decir ‘lo que más aprendí durante esta temporada es lo siguiente?
— Lo que más aprendí y que me di cuenta fue que uno siempre tiene que estar preparado físicamente porque el nivel es muy intenso. Es un ritmo de juego que te pide más exigencia al de Chile y esa parte fue la que tuve que mejorar mucho cuando llegué. También la intensidad del juego, pensar rápido, tomar decisiones rápidas. Esas cosas son las que marcan la diferencia entre jugar una competencia de ese nivel a lo que yo estaba jugando aquí en Chile.
— Hubo partidos bastante apretados. Yo me acuerdo, por ejemplo, con el Barcelona, que fue un partido que ustedes las tuvieron ahí…
— Claro, lo que pasa es que el Barcelona es un equipo tan fuerte que uno tiene que ser inteligente para jugar con ellas. Pero realmente ellas, si tu les das una chance o te equivocas en algo o simplemente aflojas, porque tienen un nivel físico extraordinario, te pasa la cuenta. Este año tuvimos varias oportunidades de mantener en cero la portería, varios minutos, contra un gran rival que cuesta mucho mantener.
— Es una Liga muy especial la Iberdrola. Salvo el Barcelona, que es el que se escapa por mucho, el resto está siempre ahí. Por ejemplo Logroño, que el año pasado tuvo una super buena temporada este año bajó. El Deportivo La Coruña también, cualquier equipo te puede complicar, cualquier equipo te puede ganar…
— Es que eso es lo competitivo que hay en esa liga, que tú, cada semana, tienes que preparar el partido del fin de semana porque no sabes lo que va a pasar. El que prepare mejor el partido y que compita mejor es el que va a ganar. Pero no vas con la certeza de que vas a ganador, siempre tienes que estar con la mente en el juego, siendo competitiva hasta el final con el rival que sea.
Creo que eso marca la diferencia a lo que yo vivía aquí en Chile, que muchas veces las diferencias del desarrollo del fútbol, de sueldo o de herramientas, se marcan mucho en el campo. Vemos resultados abundantes para un equipo sobre otro y esas cosas no pasan en la liga de España porque los equipos se preparan para competir y cada jugadora tiene contrato y se dedica solamente a eso.
— Hablamos hace unos ocho meses y tú me comentaste que estabas teniendo problemas futbolísticos, que te costaba tomar el ritmo, que te estaba costando hacer lo que te pedían en la cancha. ¿Cómo fuiste superando eso?
— Con trabajo. Claramente, una cada día va aprendiendo, siempre se aprende algo nuevo, siempre una está encontrando su mejor versión, pero a veces una tiene un estilo de juego y el equipo necesita de ti en otra faceta y tienes que trabajar para convertirte en un aporte para el equipo. Eso se construye trabajando y creo que al principio me costó, pero hay algo que tengo y llevo conmigo, que es el trabajo continuo. Eso fue lo que me ayudó a superar ese momento.
— ¿Cómo es trabajar con Cristian Toro?
— Para mí, ha sido un entrenador que me ha enseñado bastante el tema de encontrar siempre tu mejor versión. Él es un entrenador muy exigente, que siempre te pide más, siempre está buscando un nivel competitivo y creo que eso te ayuda a crecer como jugadora. Un DT muy intenso, que te genera, aparte de lo futbolístico, emociones y pasión; transmite lo que quiere del equipo, tu idea; no, es que me ha gustado bastante trabajar con él, creo que he crecido mucho en su equipo.
— Para ti es más o menos una realidad esto de estar fuera de tu casa. Desde que eres chica siempre has tenido que salir de tu casa para jugar, primero de Tocopilla, ahora salir de Chile; el asunto de la familia, de tu hijo, ¿cómo ha sido este año en referencia a eso?
— Tú dices que para mí es un poco normal estar en España, porque al final aquí en Santiago tampoco estaba tan cerca de mi familia, pero ha sido igual difícil porque aquí en Santiago y tenía igual a mis cercanos, a mis compañeras; la gente del club, que se va transformando en tu familia porque trabajas con ellos durante años. La gente de la Selección, etc. Pero en España yo no conocía a nadie, llegué a un club donde no conocía a ninguna compañera ni a las personas.
Poco a poco tuve que abrirme a conocer, a que me conocieran, y eso fue un proceso igual largo, porque yo soy bien tímida a veces. Al principio me costó, pero el club me recibió súper bien, mis compañeras igual, siempre me apoyaron y creo que también eso me facilitó en el rendimiento, para ser más regular y poder tener la confianza y mostrar mi juego.
— Y respecto al futuro, ¿te quedas en Sevilla? ¿Te mueves en España? ¿Te vas a otro país? ¿Qué va a ser de ti la próxima temporada?
— Por ahora, estoy conforme con lo que terminé haciendo esta temporada. El club me evaluó de buena manera y creo que me gané un puesto en el once titular y para mí era importante terminar jugando esta temporada. Lo conseguí. Ahora mismo estoy enfocada en los Juegos Olímpicos con la Selección, y lo que vaya a pasar en el futuro lo está manejando mi agencia de representación y más adelante sabremos qué pasa.
— Una vez tú me dijiste que para ti era especialmente importante ir a unos Juegos Olímpicos, por tu pasado como atleta…
— Sí, yo no fui una atleta muy reconocida, pero en el norte sí que mi primer deporte fue el atletismo y competí a nivel regional y nacional. Era algo que me apasionaba mucho. Uno practicando ese deporte siempre se imagina los Juegos Olímpicos. Nunca imaginé que podía ir por fútbol, es algo que nunca lo pensé, y que ahora se me esté dando la oportunidad, que se presente así, que estoy en la nómina y todo, para mí es un orgullo y pura felicidad.
— ¿Cuánto costó, más allá del tiempo, llegar? Porque el tiempo estamos con un año de retraso, ha pasado mucha agua bajo el puente, desde la Copa América que tú ni siquiera estuviste… ¿Cuánto costó ganarle a Camerún esos dos partidos?
— Costó bastante, porque fue un proceso super largo. Tuvimos el cuadrangular en Turquía, pensábamos que estábamos súper cerca del repechaje, y de un momento a otro llegamos a Chile y nos encontramos con la pandemia, los meses de encierro, trabajar desde la casa, el tema psicológico, físico; complementar al equipo y mantenerlo enfocado en el repechaje. Y cuando llegamos a él, al sentirlo tan cerca, fue difícil controlar las emociones. Teníamos que controlar a un rival como Camerún, que no es fácil, saber que son potencias físicas y muy fuertes. Pero bien.
— Ahora vienen los Juegos Olímpicos y son palabras mayores. Son las 12 mejores selecciones del mundo. O las 12 elegidas, al menos, y te va a tocar marcar a Lucy Bronze, Ashley Lawrence… Ya en el mundial jugaste contra Sofía Jakobsson, Kristen Press, ¿cómo te preparas para enfrentar a ese tipo de rivales? ¿Qué has pensado? ¿Cómo lo han conversado?
— Eso varía según la planificación del cuerpo técnico, al ver qué va a plasmar el equipo en cancha, en cómo manejar las fortalezas del rival. Cómo controlarla con mi juego y poder manejar el partido, que sabemos que son jugadoras de mucha experiencia, que tienen una claridad tremenda, pero una tiene que confiar en lo que hace, entregarse al cien por ciento y hacer la pega, como se dice.
— De los partidos que has jugado por la Selección, ¿cuál crees que es el que está más cerca de lo que te vas a encontrar en los Juegos Olímpicos? Así, pensar ‘voy a enfocarme en lo que jugué en este partido y lo voy a aplicar en los JJOO’. ¿Cuál es el que más se asemejaría?
— Yo creo que el de Suecia. Ese partido fue de un nivel muy exigente e intenso, con rivales muy fuertes y creo que eso es lo que nos vamos a encontrar en los Juegos Olímpicos.
— ¿Qué te parece la nómina? Ha pasado tanta agua bajo el puente desde la Copa América hasta ahora, que vemos que en la nómina de los Juegos Olímpicos aparecen Javiera Toro, Javiera Grez, Yastin Jiménez, Rosario Balmaceda, Valentina Díaz, puras jugadoras que vienen de las divisiones inferiores, que han hecho todo el camino. ¿Qué te parece esa renovación que se está dando en la Selección?
— Creo que es positivo, las compañeras que llevan más años en la Selección han tenido un trabajo también de crecimiento, pero ver crecer a las inferiores también es positivo para el desarrollo del fútbol femenino y para lo que viene más adelante. En estos momentos las que nombraste estamos todas para aportar a la Selección adulta y eso es bueno para la competencia en general.
— ¿Y cómo ves el trabajo de las inferiores? Más allá de estas jugadoras que se han ido acoplando y que ya son realidades en la Selección? Para el repechaje en las bandas estuviste tú y Valentina Díaz, que son dos jugadoras jóvenes
— Yo en las inferiores de la Selección crecí mucho como futbolista. No jugaba de lateral hasta que llegué a la Selección, ahí empecé a jugar de lateral. Creo que mi crecimiento como jugadora viene de allí. Creo que aprendí a jugar tácticamente, combinado un poco con lo que vivía en Palestino que también tenía aprendizajes, pero creo que en la Selección se trabaja de buena manera y hay mucho talento. Hay muchas niñas que tienen talento y que ahora, en este último tiempo, la Selección ha venido trabajando de mejor manera la parte física, táctica, psicológica, y eso es un avance en general. Hay futuro con las inferiores, con las que vienen.
— ¿Cuál es tu evaluación de la última fecha FIFA? Fue un poco rara, porque el primer rival era Eslovaquia, rival desconocido, tal vez era el rival más sencillo y se pierde. Y luego se le empata a Alemania que es la última campeona de los Juegos Olímpicos. ¿De qué sirvió y cómo se vieron en esa fecha FIFA?
— Eslovaquia era un rival que para nosotras era igual de importante que Alemania. Pero hay partidos y partidos y ese no fue el mejor que tuvimos, creo que tuvimos mucha errores y descoordinaciones, pero comunicándonos pudimos remediarlo contra Alemania y salir de mejor manera a competir. Es súper importante ir siendo conscientes de lo que estamos haciendo bien, lo que estamos haciendo mal y mejorarlo. Creo que eso fue lo que hicimos contra Alemania, porque pudimos competir de mejor manera y sacar un mejor resultado que con Eslovaquia.
— Tu sueño olímpico…
— No sé. Ir paso a paso. La idea es siempre competir, sea con quien sea, pero mi objetivo personal y creo que el grupal es estar en los Juegos Olímpicos y competir. Pensamos en la fase de grupos y ya después ir paso a paso. Ojalá que se nos den las cosas bien, yo estoy con mucha confianza de que así va a ser porque creo que hemos trabajado bien.
Foto: Comunicaciones ANFP
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