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A pesar de las medidas sanitarias, las futbolistas de Chillán aseguran que Ñublense no las deja entrenar por fuera y las tiene sumidas en el abandono.
En marzo de 2019, las redes sociales de Ñublense confirmaron el renacer de la rama femenina del club de cara a la temporada 2020. Considerando que la ANFP exigía que todos los clubes masculinos de Primera A y Primera B tuvieran una categoría femenina adulta y Sub-17, es que el elenco de Chillán decidió volver a potenciar el fútbol femenino local.
Pero llegó la pandemia, la suspensión del Campeonato Nacional 2020 por el covid-19, y la Primera B Femenina no alcanzó a disputar partidos. La mayoría de clubes se desentendieron de sus ramas y muchas de ellas ni siquiera entrenaban online. Esto, además, considerando que la segunda categoría no regresó a las canchas el año pasado.
Ñublense fue uno de ellos. Y pese a la flexibilización de las medidas sanitarias en la ciudad de Chillán, nunca pudieron volver a entrenar presencialmente en fase 1. Hoy exigen que el club las libere y les permita entrenar de alguna forma.
“Con todo esto de la pandemia estamos amarradas a Ñublense. Nosotras estamos buscando la forma de entrenar por fuera, tenemos que buscar nosotras la solución. Ya no por Ñublense, porque luego nos llaman una semana antes de competir y llegamos sin una preparación digna. Si Ñublense no llega a buscarnos, tenemos que arreglarnos solas”, aseguró Carolaine Lagos en conversación con Dimensión Deportiva.
La jugadora asegura que hoy las Diablas Rojas tenían como plan B a la Liga Renacer Femenina, amateur, pero que el club no las deja competir ni entrenar por cuenta propia. “Actualmente tenemos la Liga Renacer. Nosotras tenemos todo el apoyo de la liga, es nuestro único apoyo. Es el único lugar donde podíamos jugar, aunque ahora no se puede por la pandemia”, añadió Lagos. Esto, además, asegurando que el club hoy las tiene sin seguro médico.
Francisco Mardones, Gestor Deportivo de Ñublense y coordinador de las series menores y de la rama femenina, explicó al medio La Discusión las razones por las que no regresaron. Según él, “a las jugadoras se les informó con anticipación los motivos sanitarios por los cual no podrían ni competir ni entrenar en el complejo Paso Alejo”.
¿El problema? El equipo masculino de los Diablos Rojos siguió entrenando. Es más, consiguieron ser campeones de la Primera B y conseguir el ascenso a Primera A de forma directa. ¿Por qué ellos sí y ellas no?
Foto: Comunicaciones Ñublense
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