La estelar arquera de Universidad de Chile conversó en exclusiva con CONTRAGOLPE, a solo días del estreno del cuadro azul en la Conmebol Libertadores Femenina 2020
Todo listo y dispuesto. Universidad de Chile ya viajó a Buenos Aires y ahora solo espera su estreno en la Conmebol Libertadores Femenina 2020. Es el primer desafío internacional para las azules. Ansias en las debutantes, algo más de calma en las avezadas. El torneo de clubes más importante del continente está a la vuelta de la esquina y el subcampeón de Chile se reporta listo para afrontarlo.
Apenas terminado el duelo ante Colo-Colo por el cupo a la Libertadores, en la escuadra universitaria solo han estado enfocados en preparar el certamen. Para ello, además, trajeron desde Europa a un refuerzo de lujo: la experimentada arquera Natalia Campos, quien llega a aportar toda su sapiencia en la custodia del pórtico.
A pocas horas de cruzar la Cordillera, la ex Universidad Católica y Albacete de España conversó en exclusiva con CONTRAGOLPE. Una charla que la guardiana de la Selección arrancó, cómo no, con la preparación para la Copa: “La preparación fue muy buena. Se hicieron entrenamientos muy intensos, con trabajos de movimientos, de estrategias. Tuvimos muy buenas cargas de trabajo, así que siento que el equipo está muy bien preparado físicamente para el torneo. Espero que este sentimiento se ve reflejado en cancha también”.
La Copa Libertadores no es un escenario extraño para la talentosa guardavallas. En 2016 y también bajo el mando técnico de Carlos Véliz, Colo Colo pidió el préstamo de Campos para participar en la edición de ese año. La arquera recuerda la intensidad con que vivió esa ocasión: “Igual yo era más chica. Me acuerdo un partido en que todo fue muy rápido, muy intenso, sentí que entré, nos hicieron un gol y terminó el primer tiempo. Son partidos que se viven a muy alta intensidad. En ese tiempo, una no sabía muy bien a quién se estaba enfrentando. Hoy, al menos hay algo más de videos sobre los equipos rivales, pero en esa época imagínate. Es un torneo muy exigente y las que han vivido más Libertadores les han tratado de transmitir eso a las más jóvenes”.
—¿Cómo analizas el grupo que le tocó a Universidad de Chile (Grupo D: Ferroviária [BRA], Sportivo Limpeño [PAR] y Peñarol [URU])?
—Es un buen grupo. Las fuerzas están mucho más equiparadas y es difícil decir ‘este equipo es más débil que el otro’. Al final, debemos demostrar que estamos capacitadas para avanzar de ronda. Serán fuerzas parejas y en los torneos como éstos, los detalles marcan la diferencia. Cualquier cosa puede pasar”.
—Y el de Santiago Morning (Grupo B: Boca Juniors [ARG], Deportivo Trópico [BOL] y Kindermann [BRA]), ¿qué te parece?
—Está complicado, también, pero a la vez es entretenido. Yo sé que al “Chago “ le encantan los desafíos. Al final, puedo asegurar que en mi caso como en el caso de varias compañeras de ambos equipos, estamos todas con el “Chago” y estamos todas con la “U”. Acá es el fútbol chileno el que está representado en Copa Libertadores, así que esto va sumando para todos. Nos sirve como desarrollo. Ambos equipos venimos trabajando muy bien, con un proyecto muy serio, así que ojalá que ambos equipos lleguemos lo más lejos posible.
Su regreso y La Roja
Llamó la atención cuando Natalia Campos dejó sorpresivamente el Albacete español para regresar a Chile. La arquera se había consolidado en el cuadro manchego, donde era indiscutida en la titularidad, y buscaba con buenas opciones de éxito el ascenso a la Liga Iberdrola.
“No tenía pensado volver tan pronto a Chile. Tenía mi vida armada allá, pero ocurrió lo de la pandemia y eso cambió drásticamente las condiciones. El fútbol femenino, a nivel mundial, está en un desarrollo importante y hay clubes que tienen mejor financiamiento que otros. La pandemia llevó a una crisis económica y ello a las condiciones de trabajo. Fue lo que pasó en Albacete: ya no me estaba sintiendo a gusto para desarrollar mi trabajo. Hubo problemas con los sueldos, con los implementos para entrenar, con las canchas, con el cuerpo técnico. No me estaba sintiendo cómoda. Sé que acá en Chile estuve en peores condiciones, pero acá uno tiene a sus familiares, a los amigos, a toda una red de apoyo. Si falta agua en los entrenamientos, si no es la cancha que se acordó que se iba a jugar, que no hay nutricionista, que no hay baño. Al final, son cosas que en el día a día van incomodando y tomé la decisión de volver. Salí bien de ahí y les deseo lo mejor.
La pandemia llevó a una crisis económica y ello a las condiciones de trabajo. Fue lo que pasó en Albacete: ya no me estaba sintiendo a gusto para desarrollar mi trabajo.
Natalia Campos, nueva arquera de Universidad de Chile.
—¿Con qué te encontraste en tu regreso a Chile?
—Llegue a la U, que es un plantel muy bien armado. Se nota que es un equipo que cuenta con un apoyo institucional importante. Se nota el respaldo y eso hace que haya un buen ambiente. Las jugadoras trabajan a conciencia, de forma profesional y eso es un agrado. Después de lo de España, es satisfactorio llegar a un lugar donde una se sienta a gusto. Siempre me llamaba la atención la mística de este grupo. Tenía amigas de la U que subían fotos, por ejemplo, y yo decía ‘acá hay algo especial, una mística distinta’. Tenía que vivirlo para darme cuenta que acá hay una gran familia. Se nota la cohesión de grupo y eso es fundamental en un plantel.
—Cómo han enfrentado como Selección los constantes aplazamientos del repechaje olímpico?
—Al principio bajonea un poco. Te dicen ‘puede que se suspenda’ y te entran dudas, incertidumbre. Estábamos trabajando al mil y luego no sabes si se va a jugar o no. Sin embargo, somos lo suficientemente maduras y profesionales para sobrellevarlo de buena manera. Veamos el vaso medio lleno: nos puede servir también para agarrar mejor ritmo, con esta Copa Libertadores o con el inicio del Campeonato Nacional. Se hizo un trabajo muy bueno en el verano y no creo que se vaya a perder eso.
—El arco de la Selección está seguro por muchos años… ¿Cómo ves el futuro del puesto?
—Con Christiane venimos hace mucho tiempo trabajando juntas, entendemos en lo que estamos y tratamos de ser las más profesionales. Veo que la generación que viene está trabajando bien. Es bueno lo que hace la Selección de hacer trabajar a todas las arqueras juntas, pues así les tratamos de transmitir nuestros conocimientos. Es importante que las más jóvenes entiendan que las puertas están abiertas para todas, pero que lo difícil es mantenerse ahí. Cualquiera llega, pero no todas terminan teniendo una trayectoria importante ahí. Deben entender que esto es trabajar todos los días. De repente, entregar tus veranos a eso: a entrenar. Son esenciales las pretemporadas que se hacen en la Selección. Deben empaparse de eso.
FOTO: U de Chile.
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