Aparecer en un medio de circulación nacional asegurando que la clasificación a Tokio tiene algo que ver con la actual gestión de la ANFP es, a todas luces, una frescura.
Lucir logros ajenos como propios es bien feo. Pero feo, feo, del verbo feo. Si pudiésemos preguntarle a Nikola Tesla su sentir sobre los timos y embauques a los que fue sometido por Thomas Edison. O, quizás, conocer la opinión de Antonio Meucci, el verdadero inventor del teléfono, sobre las loas a Alexander Graham Bell, dimensionaríamos cuán despreciable resulta atribuirse éxitos en los que poco y nada tuviste que ver. En buen chileno: es frescura, patudez o carerrajismo…
Este fin de semana, un periódico de circulación nacional realizó una extensa entrevista al presidente de la ANFP, Pablo Milad. En ella, el dirigente realizó un balance de su primer año al mando del fútbol chileno. Sé cómo se gesta ese tipo de entrevistas. Al acercarse un año de mandato, los responsables de comunicaciones de tal o cual institución arman un discurso, con los hitos realizados durante el año, llaman a un medio escogido y pactan la entrevista. “Oye, te tengo al presidente, en exclusiva”… El medio en cuestión accede, concuerdan ambas partes en las líneas generales, y a darle. Bien de guante blanco, la idea es que el periodista lo “apriete” un poquito, para que no parezca concertado, pero sin sacar mucha roncha tampoco.
Como era de esperar, la entrevista consistió, en un 98 por ciento, en preguntas y respuestas sobre el fútbol practicado por hombres; para una buena parte del medio nacional, eso constituye el “fútbol chileno”. Sin embargo, cuando llegó el momento en que Milad debía detallar los logros de la actividad bajo su mandato, apareció la declaración sorprendente. Y cito: “También fue una gran alegría la clasificación de las chicas (sí, dijo las ‘chicas’) a los Juegos Olímpicos. Igualamos las condiciones del fútbol femenino y abrimos las puertas de la ANFP a todas las tendencias fuertes relacionadas a la incorporación de las mujeres al fútbol”.
A ver, ¿por dónde empezar a desmentir tan descarada apropiación de un logro ajeno? Dan ganas de gritarle en la cara “no seai patúo, si no tuviste nada que ver”. Pero en honor a las formalidades y al ejercicio sano de la exactitud, conviene marcar los hitos que permitieron el crecimiento de la Selección y su consiguiente participación en los Juegos Olímpicos.
- Abrir las puertas de la ANFP: En 2017, Pablo Milad era apenas el “jaduista” que perdió contra Arturo Salah en la elección de presidente de la ANFP. Pues bien, el viernes 26 de mayo de ese año, en Quilín, se realizó una reunión entre la Anjuff, referentes de la Selección y la dirigencia. En ella se estableció una relación colaborativa y de comunicación abierta, entre todos los estamentos del futfem nacional. Se acordó, también, el plan de trabajo que tendría como fin último la clasificación a Tokio 2020. A esa micro, entonces, Milad no se puede subir.
- Igualar las condiciones del fútbol femenino: Puedo citar, con exactitud, las conversaciones claves que permitieron a la Selección conseguir los estándares con que hoy cuenta. Solo rememoraré tres: una fue en Caen, Francia, en septiembre de 2017. Las representantes del plantel y el entonces secretario general de la Federación, Sebastián Moreno, acordaron varias cosas. Una de ellas fue aumentar un 300 por ciento los viáticos para las jugadoras en partidos por Fecha FIFA fuera de Chile. A partir de 2019, en tanto, el monto subió a un 500 por ciento.
- Hubo acuerdos, también, en Los Angeles, California, en septiembre de 2018. Entre otras cosas, mejoras tecnológicas para el trabajo de la Selección, premios por partidos jugados en territorio nacional y una promesa de mejoras a las condiciones de los viajes internacionales.
- Finalmente, en mayo de 2019, justo antes de partir al Mundial, la buena relación entre jugadoras y dirigencia permitió sin mayores disputas llegar a un buen acuerdo respecto de los premios para Francia 2019. Mientras todo esto ocurría, Milad atendía sus obligaciones como intendente del Maule.
- Alegría por la clasificación: Ya, te la doy, a todos nos puso contentos. De ahí a que sea un “logro” de la administración Milad es otro cuento, pero felices pueden estar, por qué no.
A la vista de los hechos, que el presidente cuelgue en su pieza el diploma de la participación olímpica parece una desfachatez del porte de un buque. Descarado es también que algunos funcionarios en cargos gerenciales llegados hace poco a Quilín se anden ufanando con que “ahora las tenemos con premios y viajando en Business”.
Si tanto le importara a Milad el desarrollo de la Selección y del futfem en general, al menos una llamada habría hecho a Japón durante toda la estancia de la delegación en esas tierras. También, la CONMEBOL no lo habría “bypasseado” de la manera tan brutal en que lo hizo para quitarle la final de la Copa Libertadores Femenina; mientras tanto, él estaba “de gira” por Chile tomándose fotos en las instalaciones de los equipos masculinos de Cobresal, Deportes Copiapó y Coquimbo Unido, entre otros clubes.
La invitación es a que nos tape la boca, presidente. En la clasificación olímpica y en Tokio 2020 usted no tuvo pito que tocar, pero ahora la Roja tiene desafíos inmensos por delante. Vienen la Copa América, los Panamericanos, el Mundial de 2023 y los Juegos Olímpicos de París. Elabore un plan, preocúpese, gánese el corazón del plantel y del cuerpo técnico que usted elija. Empápese de futfem y sea parte del desarrollo de esta actividad. De ser así, entre todos quienes amamos el fútbol practicado por mujeres lo vamos a defender si es que llega algún frescolín después de usted con ganas de colgarse una medalla que no le corresponde. ¡Prometido!
Foto: Comunicaciones ANFP
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