Los cruces de play-offs del torneo de Clausura 2024 del fútbol formativo
Geraldine Molina 
En la actualidad, la ANFP tiene absorbida a la Federación de Fútbol de Chile, cuando en la realidad debería ser al revés. ¿El problema? Esto repercute en las ligas nacionales y también en las distintas selecciones.
Uno de los contratiempos que enfrentan al balompié chileno, en la actualidad, tiene relación con la Asociación Nacional de Fútbol Profesional. La Federación de Fútbol de Chile (FFCh), en teoría, debiera ser el ente rector que maneje los destinos de las distintas selecciones, de la ANFP y las ligas profesionales, y de la Asociación Nacional de Fútbol Amateur. ¿El problema? La ANFP tiene absorbida a la Federación y es quien decide los destinos de todo el deporte en el país, dejando a la ANFA como un estamento que, prácticamente, no es considerado.
Es el directorio de la ANFP, votado cada cuatro años por los presidentes de los 32 clubes de Primera División y Primera B, quien conversa con Conmebol o FIFA respecto a lo que pase con las selecciones. También con los torneos a nivel de clubes. ¿Y los directivos de los equipos de Segunda División? ¿Y las Terceras? ¿Fútbol Femenino? No son considerados, producto de la absorción de la FFCh por parte de la Asociación.
Sebastián Moreno, otrora secretario ejecutivo del directorio de la ANFP (2016-2019) y presidente de la misma (2019-2020), habló con CONTRAGOLPE en exclusiva, y explicó por qué debieran separarse ambos estamentos, volver a darle poder a la Federación, y cómo esto repercute en el futfem y en el futuro de La Roja Femenina.
Para Moreno, el hecho de que la ANFP tenga absorbida a la FFCh impide que puedan desarrollarse proyectos a nivel de selección y también a nivel de ligas nacionales. “¿Cómo somos capaces de enfocarnos en proyectos verdaderamente importantes para una federación? Y hablando desde el punto de vista federativo, sin hablar de la liga, que falta un proyecto concreto, con una misión y una visión, que requiere de involucramiento de muchos más actores que solo 32 clubes y de un Consejo de Presidentes. Sino de cómo somos capaces de abordar un proyecto de selecciones nacionales femeninas, pensando en la próxima Copa América, en Australia 2023″, explica.
“Esto, además, pensando en que Chile siempre necesita estar clasificando a estas instancias internacionales. Porque, aparte del honor de clasificar a un mundial o de pelear un repechaje olímpico, eso implica estar permanentemente en la alta competencia. Tiene que quedar como una convicción: aquí sí se puede. Y ¡cuántas veces nos dijeron que no se podían hacer ciertas cosas!”, añade el ex presidente.
Moreno, además, explica que la labor de la Federación es decidir respecto a las selecciones y que esa no es, en el papel, faena de la ANFP. “Eso es mérito de todo un equipo, y de las jugadoras fundamentalmente. No solo de la ANFP, porque hay que pensar en un rol federativo, una separación, y que la Federación se encargue y se ocupe del único interés que debe tener una federación: No ver cómo se agrega valor, permanentemente, a las selecciones. Mientras no exista un foco exclusivo en eso, vamos a seguir con estos vaivenes que pueden complicar el desarrollo. Todo esto, pensando en el mediano y en el largo plazo”, aclara.
Pero, ¿cómo repercutiría el eventual “divorcio” de la ANFP y la FFCh en el fútbol femenino y en los clubes? Según Moreno, “el club tiene que entender los muchos beneficios que acarrea y trae consigo el poder desarrollar el club en su integridad, no solo en una mirada del fútbol masculino. Y eso se logra con un convencimiento de ellos: La ANFP y la Federación, que debería tener a su resguardo el Campeonato Nacional Femenino. Debería hacerles ver las bondades de contar con una rama íntegra. Mientras esa realidad no se pueda presentar, es innecesario paralizarse y dejar de invertir en el desarrollo de las selecciones”.
“Lo más importante es que se siga trabajando en un plan de desarrollo a nivel de selecciones. Idealmente, contando con los clubes. Pero si ellos no quieren sumarse, es imposible esperarlos o dejar de desarrollarla”, agrega el dirigente futbolístico. Al final, el problema es que como ANFP y FFCh hoy son sinónimos, los clubes no están obligados a desarrollar a sus ramas femeninas ni a profesionalizarlas.
La buena noticia es que cada vez hay más avances, pero no son suficientes. “Ya se han iniciado cambios importantes, desde el 2016 en adelante, pero esto tiene que tener una mirada más integradora. No solamente fútbol de liga, sino que pensado desde una federación. Yo soy partidario de la separación ANFP y FFCh. Yo lo pedí en el último tiempo, siendo presidente. También partimos las conversaciones con FIFA, y debe esperarse que avancen. La mirada y la integración del fútbol femenino, ¡por Dios que le hace bien al desarrollo del fútbol en su totalidad! Es muy coherente buscar la integración nacional hacia las selecciones femeninas”, detalla Moreno.
De todos modos, lo más importante al momento de separar ambos estamentos, implicaría la intervención de la ANFA, el Ministerio del Deporte y el Instituto Nacional del Deporte (dependiente del Mindep). “Se dan resultados extraordinarios en cuanto a interés, que ya trasciende y llega hacia el gran público. Desde el empuje, desde la convicción que se debe tener al establecer un programa de desarrollo; con una misión y una visión valórica, también. Que integre a los clubes, al fútbol amateur, al Ministerio del Deporte, cualquiera sea el gobierno”, justifica.
“Hay una visión que tiene que cambiar. Hay que incluir, también, a los colegios. Nosotros partimos con un programa de desarrollo con IND, donde pusimos a jugar a 60 mil niñas, entre 2017 y 2018. Ha sido extraordinario en cuanto a la masividad que debe tener este deporte; la mirada de pirámide, en el sentido que mientras más niñas puedan volcarse a la actividad, se podría ir profesionalizando por capas este deporte”, sentenció Moreno.
Foto: Comunicaciones ANFP
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